El lunes 28 de marzo, mas de mil indígenas Miskitos, Tawahkas, Pech y Garífunas se movilizaron a Puerto Lempira con el propósito de reclamar la autonomía de la Moskitia; el derecho a la consulta previa, libre e informada; el cese inmediato de la construcción de las hidroeléctricas en el río Patuca, además del desalojo de la base estadounidense en la Laguna de Karataska.
La Moskitia pasó a ser parte en el año de 1861 del territorio de la república de Honduras, a través del tratado entre Gran Bretaña y Honduras denominado Wyke-Cruz; el que en su contenido aclaraba los derechos del pueblo Miskito sobre el territorio ancestral, sin que las diferentes administraciones republicanas a lo largo del siglo XIX y XX, hubieran tomado en consideración dicho tratado.
El saqueo sistemático de la Moskita es una muestra del colonialismo interno al que hemos estado sometidos los pueblos indígenas y negros de Honduras: Desde los recursos forestales a los costeros y marinos, pasando al abuso cometido por los manipulados frentes de colonización agrícola, el etnocido realizado con los buzos por parte de la flota pesquera industrial radicada en las islas de Bahía; son parte de los mecanismos de sometimiento que han utilizado para destruir una zona muy importante del planeta.
En los últimos años la fabricación de áreas protegidas por los organismos financieros internacionales, se ha convertido en una forma más de despojo. El territorio de la Moskitia carece de reconocimiento jurídico alguno, situación que es aprovechada por la elite de poder hondureña para continuar con la expropiación de territorios que consideran claves para sus proyectos extractivos y de agrocombustibles.
Una de las mayores preocupaciones que embarga a los pueblos de la Moskitia, es la construcción de las represas en el río Patuca, que destruirán el sistema hídrico costero, además de condenar a la desaparición al pueblo Tawahka.
A pesar de que Honduras ratificó el Convenio 169 de la OIT, la Declaración de Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, asi como el Convenio de Diversidad Biológica: no se respeta el derecho a la consulta previa libre e informada, que poseemos los pueblos indígenas, siendo esto una violación de la Convenio de Viena (1969), al ignorar el Pacta Sunt Servanda (lo pactado obliga), uno de los pilares del derecho internacional.
El golpe de estado del año 2009, destruyó el incipiente estado de derecho, acelerando el proceso de destrucción de la biosfera del río Plátano, e intensificándose la presencia de grupos foráneos que están desforestando a un ritmo muy rápido la biosfera; tanto para la ganadería, así como para la siembra en un futuro cercano de palma africana y caña de azúcar destinada al voraz mercado internacional de agrocombustibles,
Los reclamos de los pueblos de la moskitia que se vienen dando desde hace décadas han sido sepultados por los proyectos del Banco Mundial B.M., y el Banco Interamericano de Desarrollo BID, quienes a través del Programa Nuestra Raíces y el DIPA, pretendieron neutralizar con migajas los reclamos históricos que se vienen efectuando.
Los pueblos de la Moskitia están iniciando un proceso de autodemarcación, para solventar la inercia del estado, y el incumplimiento de numerosos acuerdos. El proceso de desterritorialización ha sido amparado por la inexistencia de un titulo comunitario a favor de la Moskitia.
La instalación de una base militar estadounidense en la Laguna de Karataska, posterior al golpe de estado, con la supuesta excusa de frenar el narcotráfico, es parte de la ocupación militar que padece Centroamérica en el marco de la Iniciativa Mérida; los pueblos de la Moskitia nunca fueron consultados al respecto. Entendemos la problemática de la destrucción del tejido social que causa el flagelo de las drogas, pero al mismo tiempo, después de más tres décadas de la inútil guerra contra las drogas y los pocos resultados que surgieron del Plan Colombia, la Iniciativa Mérida no es más que una estrategia de dominación.
En la pasada Asamblea de los pueblos de la Tierra y el Mar, llevada a cabo en la comunidad Garifuna de San Juan Tela en el mes de febrero del presente año, los pueblos indígenas y negros del pais, en conjunto resolvimos apoyar de forma incondicional la lucha emprendida por los hermanos de la Moskitia en relación a la autonomía de su territorio y la suspemnsión inmediata de las hidroeelcéctrcias en rio Patuca y Sico.
Esperamos que el Estado-nación entienda esta autonomía como un llamado al respeto territorial y el derecho a la consulta, y no como una balkanización de Honduras en una ya desunida centroamerica.
Los pueblos indígenas y negros, estamos preparándonos para movilizarnos hacia la Moskitia en los próximos meses, para llevar a cabo una jornada de solidaridad y exigencia de la cancelación de la construcción de las Mega represas, que afectara el Rio Patuca y el sistema hídrico costero, generando consecuencias inimaginables para los pueblos Tawahkas, Miskito, Pech y Garifunas.
La Ceiba, Atlántida 30 de Marzo del 2011
Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH
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